13 de abril de 2011

DISTRITO 5, aquella "nueva ola" de La Verneda

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Distrito 5 era el nombre de su barrio, una referencia local pero inconcreta, pues es un distrito amplio, postal y con resonancias de película policíaca... La Verneda los vio nacer y crecer, ya no es Poblenou pero no hay una frontera clara entre la zona industrial y los viejos campos del arrabal donde se construye esa "moderna" ciudad del desarrollismo, bloques altos de techos bajos. Un nuevo espacio complejo donde la juventud muestra su desarraigo vital.
Cruzando la acera
pisando el duro asfalto
de un suburbio
de esta gran ciudad
ya va colocado
mas bien no se entera
de que es martes
ni de que hora es.
(Suburbio)
Es el momento de la transición cuando todo eso se expresa, se expande y explota.
El grupo musical "Distrito 5" (que no Distrito V) se estrena en 1978 tocando en el Ateneo Libertario de La Verneda, el emblemático espacio de detrás del "Insti". Su carrera como conjunto duró hasta el 1985 y su formación básica era: Vidi Vidal, guitarra; Tito Villalonga, bajo y voz; Sergio Ortiz, voz ; Albert Carreras, batería y voz; Alvaro Martínez, guitarra y voz; Patricia García voz; Pili Morral, y Julio Lobos, teclados. Pero también estuvieron Jose Luis Contreras, guitarra y George Desmo,voz (gran músico el primero y carismático cantante el segundo).

Suburbio
Eran los tiempos de la "nueva ola" y los "Distrito5" se suben a su carro, aunque como banda poseían una consistencia musical muy superior a la mayoría de los grupos de la "movida", con un fondo funky o reggae muy convincente. Apuntaron muy alto como teloneros de Iggy Pop, B-52 y Rod Stewart. Actuaron en salas como Metro, Mágic, Zaleste, Studio-54 y el Rock Ola de Madrid.Giraron por España e incluso llegaron a Suiza. Publicaron tres Maxis.

Cafetosis
Pero en la industria musical de siempre el éxito se ha ganado más en los despachos, en la promoción y el marketing, que en los escenarios. Y como también les pasó a otros grupos de la "nueva ola de la Verneda" como Primera Linea o Cacao pal mono, "Distrito5" quizá no estuvieron en el sitio concreto en el momento preciso, para ocupar el lugar que se merecían, pero ésto ya no depende de los artistas. Aún así para el músico en general la música forma parte intrínseca de su vida y así lo demostraron sus antiguos miembros en 2004 en aquella fiesta de aniversario en la Bodega Saltó ,que incluye, el que fue bajo y voz de la banda, Tito Villalonga, en su excelente web.

1 de abril de 2011

:::::::::::::::::::::La “Colla del Safrà”:::::::::::::::::::::

La “Colla del Safrà” fue un grupo de pintores por allá el 1893, denominados así por aquel color “azafrán” que predominaba en sus pinturas y que también era conocido como la “colla de Sant Martí”, pues precisamente era en este municipio, el de Sant Martí de Provençals, a las afueras de Barcelona , donde el grupo desarrollaba a “plen air” su preocupación por la luz y el color, reflejando paisajes y rincones de aquella zona, antaño rural y cada vez más industrial y de arrabal.
Uno de sus componentes más activos y fundador del grupo fue el pintor Isdre Nonell, que con el tiempo ha llegado a la fama, aunque bien sabemos lo caprichosa y sujeta a modas que ésta es, ya que cuando retrató la cara sórdida de la realidad la sociedad burguesa le giró la espalda.
Pero en la "colla de Sant Martí" también había grandes pintores como Joaquim Mir, Ricard Canals, Ramon Pichot, Adrià Gual i Juli Vallmitjana. Estudiantes todos de la Llotja pero que acabarían siendo, como solía suceder a los artistas, autodidactas. Es en el 1896 cuando Nonell después de su estancia en el balneario de Caldas de Bohí (Lérida), junto a Vallmitjana y Canals, carga
su pintura de un importante contenido social que ya no abandonará. Principal objeto de su pintura serán los marginados y después de dos largas estancias en París, en 1901, iniciará su famosa serie de gitanas con una paleta más oscura y dramática, lo que no impide que nos deje muestras de su paso por el Poblenou, con su cuadro de las barracas del barrio de Pequín y sus apuntes de las del Somorrostro.


Isidre Nonell, que moriría prematuramente a los 38 años, abandona pronto los tonos azafranados de aquellos temas a pleno sol, pero éstos seguirán persistiendo hasta el paroxismo en algunos cuadros de ese gran pintor que fue Joaquim Mir.