Creo que existe un hilo común que une en lo literario a Benguerel, a Rabinad y a África Ragel, una atmósfera solitaria, la misma que se puede encontrar en las fotos de Julius o en las pinturas del maestro Calsina, y también en las de Martín Royo*, pintora ya de niña, que ha acabado plasmando esa sensación de vacío. Quizá sin pretenderlo Neus ha reflejado en sus cuadros, "hopperianos" dicen, ese estadio de transformación que sufre su barrio y también lo eterno que se esconde en cada detalle de lo efímero.
* + en http://www.martinroyo.com/