La “Colla del Safrà” fue un grupo de pintores por allá el 1893, denominados así por aquel color “azafrán” que predominaba en sus pinturas y que también era conocido como la “colla de Sant Martí”, pues precisamente era en este municipio, el de Sant Martí de Provençals, a las afueras de Barcelona , donde el grupo desarrollaba a “plen air” su preocupación por la luz y el color, reflejando paisajes y rincones de aquella zona, antaño rural y cada vez más industrial y de arrabal.
Uno de sus componentes más activos y fundador del grupo fue el pintor Isdre Nonell, que con el tiempo ha llegado a la fama, aunque bien sabemos lo caprichosa y sujeta a modas que ésta es, ya que cuando retrató la cara sórdida de la realidad la sociedad burguesa le giró la espalda.
Pero en la "colla de Sant Martí" también había grandes pintores como Joaquim Mir, Ricard Canals, Ramon Pichot, Adrià Gual i Juli Vallmitjana. Estudiantes todos de la Llotja pero que acabarían siendo, como solía suceder a los artistas, autodidactas. Es en el 1896 cuando Nonell después de su estancia en el balneario de Caldas de Bohí (Lérida), junto a Vallmitjana y Canals, carga su pintura de un importante contenido social que ya no abandonará. Principal objeto de su pintura serán los marginados y después de dos largas estancias en París, en 1901, iniciará su famosa serie de gitanas con una paleta más oscura y dramática, lo que no impide que nos deje muestras de su paso por el Poblenou, con su cuadro de las barracas del barrio de Pequín y sus apuntes de las del Somorrostro.
Pero en la "colla de Sant Martí" también había grandes pintores como Joaquim Mir, Ricard Canals, Ramon Pichot, Adrià Gual i Juli Vallmitjana. Estudiantes todos de la Llotja pero que acabarían siendo, como solía suceder a los artistas, autodidactas. Es en el 1896 cuando Nonell después de su estancia en el balneario de Caldas de Bohí (Lérida), junto a Vallmitjana y Canals, carga su pintura de un importante contenido social que ya no abandonará. Principal objeto de su pintura serán los marginados y después de dos largas estancias en París, en 1901, iniciará su famosa serie de gitanas con una paleta más oscura y dramática, lo que no impide que nos deje muestras de su paso por el Poblenou, con su cuadro de las barracas del barrio de Pequín y sus apuntes de las del Somorrostro.